Poseedor de una fuerza suprema y de un valor increíble, fue bendecido por los dioses, amado por los mortales y deseado por todas las mujeres y hombres que posaban los ojos en él.
Su habilidad en la batalla, y su intelecto superior rivalizaban con los de Aquiles, Ulises y Heracles. De él se escribió que ni siquiera el poderoso Ares en persona podía derrotarle en la lucha cuerpo a cuerpo.
De cabello azabache y con los ojos de un guerrero, de él se comentaba que su sola presencia era suficiente para satisfacer a las mujeres y hombres, y que con un solo roce de su mano les proporcionaba un indecible placer.
Nadie podía resistirse a su encanto.
Y no tardo tiempo en que una de las mujeres más inalcanzables se fijara en él. La diosa Afrodita, este hombre no dudo en satisfacerla pero llego a cansarse de ser usado y decidió dejarla.
Así consiguió que lo maldijeran. Su condena fue eterna: nunca encontraría la satisfacción por más que la buscase; anhelaría las caricias de aquellos que lo invocaran, pero tendría que proporcionarle un placer exquisito y supremo.
De luna a luna, yacería junto a una mujer u hombre y le haría el amor, hasta que fuese obligado a abandonar el mundo.
Ningún varón mortal puede ser comparado a un hombre de tal apostura. De tal pasión. De una sensualidad tan atrevida.
Choi MinHo
Sostenlo sobre el pecho y pronuncia su nombre tres veces a medianoche, bajo la luz de la luna llena. Él vendrá a ti y hasta la siguiente luna, su cuerpo estará a tu disposición.
Su único objetivo será complacerte.
Servirte.
Saborearte.
Entre sus brazos aprenderás el significado de la palabra «paraíso».
ESTA HISTORIA NO ME PERTENECE ES UNA ADAPTACIÓN