Cielo Estrellado『ΜεταKιrby』

Aún con un ocaso tan imponente y bello como ese día, para cierto alguien era un día igual a los demás. El tiempo no transcurría. Todo pasaba zumbando a su alrededor, y a pésar de detectarlo todo, no sentía nada. Seguía estático, tan frío y ópaco como su propia existencia; lo había perdido todo en una batalla que sabía que no podría ganar ni continuar. Había perdido a sus amigos, Su Escuadrón, y la poca esencia de vida que quedaba. No tenía una razón real para seguir viviendo... O al menos eso creía...

Una pequeñísima chispa de esperanza se encendió en su quebrantado corazón, regresándole el Motivo por el cual vivía: Una nueva Generación Venidera que renovaría al Universo de toda la destrucción que la había azotado por tantas eras. Años, décadas, e incluso siglos habían pasado. Pero esa leve chispa no se extinguía aún. O por lo menos no muy rápido.

Pero apenas comenzó a creer que no había nada que hacer, esa luz se apagó en un parpadeo. Tan frágil como su propia voluntad.

Pero una voz de vida, sí... Una dulce voz lo llamaba, animándole a continuar. A no darse por vencido, y continuar a pesar del dolor. Y esa voz apareció como caída del cielo, en una nave con forma de las mismas estrellas que adornaban el cielo nocturno.

Una criatura rosada emergió del interior de esa nave y buscó con su mirada a su objetivo. Y lo vio allí, solo, tenebroso y sombrío. Se acercó tímidamente hacia él y lo miro a los ojos; esos hipnóticos orbes de color ámbar en perfecto contraste con la oscuridad del caballero. Esos ojos que suplicaban ayuda, una ayuda que su dueño negaba aceptar; esos ojos que con desesperación gritaban su nombre a pesar de siembre alejarlo. Esos ojos, pertenecientes a alguien que le necesitaba.
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