Dicen que, existe un hilo rojo invisible que conecta a aquellos que están destinados a encontrarse, sin importar el tiempo, lugar, circunstancia o situación. Ese hilo rojo se puede estirar, contraer o enredar pero nunca, jamas se romperá. Cuenta la leyenda que dos personas destinadas a estar juntas a tener ese lazo afectivo entre ellos dos, allí se forja el hilo rojo del destino juntando a pesar de la distancia, aunque no estén destinados a estar juntos por el resto de sus vidas como pareja emocionalmente siempre se van a pertenecer pues el hilo rojo jamas se puede romper y por siempre estarás atada a esa persona, a ese amor prohibido a tu otra mitad.
Entonces aparece volteando tu mundo, haciéndote ver que lo prohibido es lo más anhelado, desatando en ti sentimientos que creíste perdidos o que quizás jamás habías experimentado y que solo a su lado empiezas a sentir, sentir esas ganas, ese deseo, esa pasión, ese amor... amor que muy probablemente sea prohibido; porque muchas veces a lo largo de nuestras vidas tenemos prohibido amar a una persona.