Viste la carta en tú escritorio inmediatamente. Empecé a sonreír mientras la abrías, esperando ver tú reacción. Era muy interesante ver tú cara, podía ver todas tus emociones y pensamientos. Te veías confundida al principio, después shockeada y finalmente horrorizada. Empezaste a temblar violentamente y noté qué empezaste a llorar, ¿no te gusto Abby? ¿Por qué llorabas? ¿No me amas? ¿NO ME AMAS ABBY?