A veces olvidas lo que eres por intentar complacer lo que otros quieren que seas, y sí, está bien ayudar a los demás y estar ahí para ellos, ayudarlos a quererse a si mismos y hacerlos dueños de sus vidas y destinos, pero ¿ qué pasa cuando logras todo esto en los demás y no en ti? La primera persona para la que debes estar siempre, a la que debes querer siempre y aceptar, respetar, fortalecer y engrandecer es a ti misma. Y a mi me pasó, me olvidé de mí, y quiero simplemente contar cómo será el camino de vuelta a mí.