La esperanza es lo último que se pierde. En un mundo donde todo lo que ha construido el ser humano ha sido destruido por sus mismos constructores significa que ya se ha perdido todo y lo único que se puede conservar es la esperanza de volver a levantar lo que existió una vez. Tras el invierno nuclear la sociedad desapareció tal y como se conocía y la radiación afectó a toda vida que había sobre la faz de la tierra. Cuando la naturaleza purificó el mundo el ser humano abandonó sus refugios y se aventuraron a conseguir la segunda oportunidad que tenían para construir un nuevo mundo. Pero este nuevo mundo es hostil, incivilizado en su mayor parte, y reconstruir una sociedad extinta no es tarea fácil. Dicen que todavía queda una civilización perdida que se ha conservado a través del tiempo intacta, como si la noche del dragón no hubiese azotado sus cimientos. De ella solo se conocen rumores que se han creado a lo largo y ancho del yermo pero nadie sabe nada de su paradero. Muchas personas creen que solo es un cuento pero muchas otras, quienes aún conservan la esperanza de ver en vida la sociedad que se perdió en los albores del tiempo, viajan y luchan por encontrar esta civilización, el Shangri-la.
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