Después de dar tumbos en mi vida, escapar de un infierno y empezar una nueva vida alejada de todo lo que conocía. Me crucé con una mujer que me acogió como una hija.
Me enseñó todo lo que debía saber de su empleo, a mantenerme en las sombras y así, poco a poco, me fui ganando un nombre y una reputación.
Milene siempre me dijo: "nunca mezcles el trabajo con el placer". Sabía muy bien lo que decía, pero yo no lo entendí hasta que conocí a Akira.
Amor o trabajo, ¿sabría tomar la decisión correcta?
Si hace un año me hubieran dicho que estaría durmiendo con el jefe de la empresa, seguramente me habría reído fuerte y tengo una sola única razón: Odio a la mayoría de los Arslan con todo mi corazón, son unos mimados y malcriados, solo los mayores eran dos personas decentes, pero no lograba entender como dos buenas personas habían criado a semejantes imbéciles. Solo que ahora habían cambiado las cosas... Me había enredado en las sabanas del mayor imbécil y me encantaba.