Dos mundos totalmente diferentes. El de Vladímir, lleno de hipocresía disfrazada de diplomacia. El de Elisa, cantando en las calles, durmiendo en el suelo, y pasando frío. ¿Quién dijo que estos mundos no pueden mezclarse? Secretos, pasados desconocidos, conspiraciones, y amor... Mucho amor. ¿El príncipe ruso no puede estar con una don nadie? Eso está por verse. •°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•° No se permiten copias ni adaptaciones.