Sí tanto creí que había dado en el punto de la adolescencia, en ese punto donde creía saber todo del amor cuando solo lo había vivido por primera vez que se sentía, sí, todo era lindo al principio eso lo había admitido desde el principio pero cuando llega el momento que te cansas todo se va al traste, podría decirse que experimentas por primera vez lo que se llama consecutiva o mejor dicho lo que piensas que es un enamoramiento ya que tus hormonas te confunden con eso. En este caso, a veces la cosa es un tanto rara cuando tienes una vida y la reflexionas mucho; cada hora, segundo, minuto o momento. En gran parte la noche cuenta como una ayudante en eso. El punto es que entre en el juego del anti-amor/anti-relaciones desde que tenía dieciséis. Ahora veintidós. Y estoy lista para todo tipo de juegos nuevos en la universidad, Standgrif. El problema es que ahora mi mazo de cartas se puede acabar con tres personas, mejor dicho, cuatro. Y una de ellas es Milo.