No hay regreso

Eh intentado perdonarte, darte ese deje de palabra que nunca articulaste, jamas. Nunca, ni cuando te pedí entre llantos silenciosos que amaras a alguien como yo, pedí piedad, y no quisiste dejar entrar a este tonto a un corazon intocable, lejano, inalcanzable. Podría calmar mi indignación diciendo que te pedí por favor y tú te negaste. No pidas ahora compasión, soy un alma vacia. No puedo, aunque quiera y olvidarte seria tonto por que aquí estas y contigo vienen tus pecados, todos aquellos que amé hoy sé que fueron un capricho tonto . Hoy sé que solo eres algo estupido pero te amé, lo hice, tanto que duele recordar, con el rictus de una boca que jamas volvera a lo que fue, unos ojos que una vez vieron oyuelos frescos de niño feliz y que son tuyos en comaparacion con esta realidad. Te amo, por eso debo destruirte. Te condeno. Te condeno a la realidad venenosa de mi verdad, por que puedes pagar tus pecados a tiempo, mi tiempo, cuando nada te quede y ría de nuevo, quizás mas fuerte de lo que alguna vez quise. Pero te ame, asi que debes sufrir. Eliges lo que te hace bien, dicen, más yo te prefería entre tantas cosas, y hoy ves lo mal que me haces, te provocare dolor, mucho, no tengas dudas.