-Dime que me extrañas, di que no puedes vivir sin mi.
Acercandose poco a poco a mi.
Sentía su respiración cerca de mi.
-Anda, dilo.
-No
Tartamudie un poco.
-Tu y yo sabemos muy bien que aún me amas, aún sientes algo por mi, aceptalo.
Comenzo a seducirme, besaba mi cuello con una gran intensidad, el sabía que no podía resistirme a sus caricias.