Por fin habían terminado mi carrera y como regalo mis padres me habían dado el viaje de mis sueños a Disney, todos mis años de estudio por fin rindieron frutos. Iba tranquilamente caminando por Disney con mi Baymax de peluche recién comprado y tomando mi granizado de coca-cola cuando de repente siento que me chocan manchándome entera y con un ardor en los ojos. -¡Lo siento! ¡Fue un accidente!