Ella no sabia qué pensar... Era ridículo. Simplemente se negaba a creer en las casualidades o algo como el destino. Pero más de un suceso la hará dudar.
- ¿Tu otra vez? -pregunté, mas para mi misma que para él.
Soltó una pequeña risa sarcástica.
- ¿Cuánto tiempo más piensas seguirme? -dijo, como si fuera lo más evidente y fue mi turno de reír sarcásticamente.
- ¿Disculpa? ¡Tu eres el que siempre esta en todos lados! -mi tono creciendo un poco, indignada.
Sentia las miradas del pasillo encima de mi y cuando mire a mi alrededor, me di cuenta de que varias personas nos observaban como si tuviéramos un tercer ojo.
Di un paso hacia él.
- ¿porque nos miran asi? -susurre, frunciendo el ceño.
- A parte de que somos de las pocas personas que hablamos Coreano en toda esta Universidad... -se inclinó para decirme algo en forma de secreto - estabas gritando -susurró en mi oido, colocando su mano de modo que nadie oyera.
Entonces reí y cuando él se unió a mi risa, su sonrisa lo cambio todo.
¿Cuánto esta bien entregarle al otro? ¿Con cuanto alguien se siente satisfecho?
Dinero, fama, éxito..
O tal vez... ¿nuestra propia vida?
Fiorella se perdió por darle todo a Patrick,
Patrick perdio a Fiorrella por quererlo todo..