Sus ojos color turquesa fueron el motivo de que se dejara llevar en esa fiesta, solo pudo ver sus ojos y ya nunca los pudo olvidar. Fue un buen momento, solo eso fue... O eso pensaba hasta que el dueño de los ojos turquesa aparece nuevamente en su vida, y esta vez si sabe quien es... Un magnate de los negocios y un profesional con las mujeres. Madisson no quiere sucumbir nuevamente ante sus encantos, pero Alexander se lo pone difícil... Decide dejarse llevar, solo es un juego... ¿Que puede salir mal?