-¿Connor? Vamos, Connor, ¿para qué me llamas si me vas a dejar colgando así? -Lo siento teniente - había dicho el joven sorprendido de su propio estupor - me distraje por un momento. Al otro lado de la linea hubo un momento de silencio, después, una pregunta en tono suspicaz. -¿Qué es lo que ibas a decirme?