Y si ella no sabía hacer magia, explícame por qué su sonrisa me hacía temblar. A veces el destino te pone a una persona especial en tu vida para darte una lección, pero puedes terminar enamorándote. Y es justamente ese momento el único en el que deseas que una clase no se acabe nunca. Ella marcó mis esperanzas, mi corazón, mi destino. Ella cambió mi forma de ver la vida y me hizo verla como algo hermoso en vez de cómo algo horrible e injusto. Ella me dió una lección basándose en su vida. Y, después de dejar la huella, me dejó marcado y buscando ese cabello rojo de fuego en cualquier lugar dónde pisaba.