Habían sido unos años tranquilos en la ciudad, pero todo se puso patas arriba desde que llegó esa chica. Sus ojos, amarillos como la miel, no pasaron desapercibidos. Mucha gente decía haberla visto antes, pero ella afirmaba que nunca había estado aquí. La incertidumbre se adueñó de toda la población, y la chica nueva pasó a ser el tema de conversación en cenas o charlas vecinales. ¿Quién era esa chica y porque resultaba tan familiar? Y lo más importante: ¿por qué pasaba tanto tiempo en el terreno donde se produjera el incendio?All Rights Reserved
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