Phartian es un planeta de guerreros, de hombres duros, posesivos y destinados a cuidar y proteger a su más hermoso y escaso recurso: las mujeres. La Tierra, un planeta en que hombres y mujeres luchan por sobrevivir. Empobrecido, con escasos recursos y sediento. Phartian quiere mujeres, la Tierra agua, un intercambio se produce. Kurt-Aiman es un phartiano de 36 años, alto, musculoso, con colmillos, pelo largo, terriblemente posesivo y contrario al dichoso intercambio y encima, obligado a supervisarlo. Tracy tiene 34 años, con unas buenas caderas, alta, larga melena, ojos grandes y boca haciendo juego. Independiente y acostumbrada a luchar sus batallas. Obligada a aceptar el intercambio. Un mal comienzo para los dos. Pero pronto descubren que están obligados a entenderse, es más, tendrán que entenderse por la fuerza, por obligación y porque no les quedará más remedio. Y encima estos hombres son... ¿Peculiares? ¿Originales? ¿Singulares?
Asher pensaba que tenía una vida perfecta. Era el mejor en su equipo de hockey, tenía las mejores notas en la universidad y un grupo de amigos que parecían serle fiel.
Pero cuando conoce a Skye, la hermana de uno de sus mejores amigos cree que la chica está loca. Tiene una actitud tan dura que es difícil de romper y suele irritarlo todo el tiempo desde que se ha mudado a vivir con su hermano y él.
Y cuando los chicos del equipo le proponen que no conseguiría conquistar a alguien como Skye, lo ve como un reto que está dispuesto a jugar, una apuesta para conquistar el corazón de alguien como Skye es suficiente para que Asher acepte, pues es demasiado competitivo y no está dispuesto a perder su puesto en el equipo de hockey y pasarse el resto del año en la banca como le han apostado.
Sin embargo, a medida que conoce a Skye, Asher se da cuenta que la chica es todo lo contrario a lo que le ha tratado de demostrar, conquistarla no parece tan complicado como pensaba y el corazón de ella no parece ser el único en juego.