La intensa y cálida luz del astro de caramelo se filtraba entre el follaje de caramelos de menta, del árbol en el que estoy descansando, el reino vecino sin duda es más bonito que el que yo habito. Y cuándo creí que el paisaje no podía ser más hermoso y que el sauce de caramelos de menta en el que estaba recargado no podría causarme mayor satisfacción, la vi. Era más bonita que cualquier mujer que huiera visto, parecia tener cabello de caramelo, anaranjado. Tal vez piel de crema batida, labios de fresa y ojos de la misma tonalidad que su cabello, como deliciosos gajos de mandarina en almíbar.All Rights Reserved