Durante siglos se pensó que los vampiros ya no rondaban por la faz de la tierra, la legión de cazadores se disolvió cuando dieron por cumplido su objetivo, y los temidos chupa-sangre pasaron a ser una leyenda para asustar en Halloween. En la actualidad son muy populares en la literatura, vídeojuegos, películas y series televisivas, sin embargo, ya nadie se los toma en serio, justamente porque nadie cree en ellos. Lo que no saben es que aún andan por ahí, ocultos, camuflados con apariencia de personas comunes y corrientes. La única cosa que los delata son sus afilados colmillos que sobresalen bastante al sonreír.
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