Por siempre y para siempre.

Un mundo donde las bestias existen, donde despiertan por las noches y devoran el alma de los humanos, solo existía en los libros, o eso creían.
Ese mundo era una realidad, lo vivimos todos los días, los humanos conviven con ellos sin saberlo, algunos tienen el privilegio o la desgracia de conocer esa oscura parte que vive junto a ellos e incluso estar involucrados, aun así al saberlo directamente estas involucrado y no hay vuelta atrás, la probabilidad de seguir vivo después de eso es mínima, y los pocos que lo hacen, viven huyendo, lo que prácticamente, no es vida.

Freya es una de esas bestias, perdida entre el amor y el odio, y esas mejillas rosas que tanto la delatan.