Cada vez que sentía que iba a romperme en mil pedazos, cerraba los ojos y aparecías tu... El niño pelirrojo, con una sonrisa tan perfecta que borraba en un instante la tristeza de mi rostro y de mi ser. Gaara, te soñé antes de conocerte por primera vez en persona. Desde ese día mi vida cambio y fuiste una de mis razones para seguir viviendo. Y se que aunque el destino se empeño en separarnos una y otra vez, yo... no me rendiré hasta que por fin pueda estar junto a ti por siempre.