- Hasta el alma más pura puede corromperse, querido pinetree, supuse que lo sabías...
El castaño cerró los ojos con fuerza, tratando de poner en blanco su mente pero le era imposible, la labia de ese demonio le corroía lentamente.
- No eres fuerte, los ángeles me dieron fuerza antes, lo harán ahora. No seré tentado aquí, ni hoy ni nunca.
Bill soltó una carcajada.
-Pinetree, ellos no vendrán a protegerte, por ellos estás aquí, te usaron como vil herramienta para enfrentar fuerzas que no pueden ser manejadas ni por el ser más poderoso, así que ven conmigo, enfrentemos a los verdaderos villanos.
Donde el corredor argentino, conocido por su facilidad para chamuyar, cae ante una chica Ferrari
Donde Julieta, sin querer, cae ante el argentino chamuyero