Redención | +18

- no dejaré que te vuelvan a poner un solo dedo encima, ¿Te quedó claro? - la cercanía en la que estaba no me deja pensar con claridad

- sí, me quedo claro - mi respiración se encuentra un poco entrecortada por toda la adrenalina del momento

- muy bien, me alegro que lo entiendas - su voz salió más grave de lo normal, pegándose más a mi, mientras sus manos bajaron a mis caderas, provocando que un suspiro entrecortado saliera de mí

- no hagas eso - salió en susurro apenas audible - mis manos fueron a sus pectorales, para luego ir directo a sus caderas

- tu tampoco hagas eso - sentí como su respiración era igual de entrecortada que la mía y la distancia de nuestros labios era cada vez más corta. Con mis manos empuje sus caderas hacia mí, sintiendo toda su erección en mi parte baja del estómago haciendo que un gemido se me saliera

- por favor, ya no me queda autocontrol - pego su frente a la mía

- ¿Y quién te dijo que quiero que te controles? - eso era todo lo que él necesitaba para devorar mis labios, haciendo que enrolle mis piernas en su caderas y seguirle el beso con la misma intensidad que él me da.