Kathy, una mujer guapa pero pequeña, con curvas más que generosas, de cabello castaño claro con visos rubios naturales, es decir, aspecto casi angelical. Pero ella sabe mejor que nadie que no hay que dejarse llevar por las apariencias, ella y sus mejores amigas, Sophie y Tania, son como hijas del demonio cuando quieren, inteligentes, persuasivas y vengativas, nadie las hace tontas y sale vivo de ello.
Ella está en la mejor etapa de su vida, a sus 23 años tiene todo lo que una chica quisiera tener, un dios griego que la ama, un trabajo estable que le da para subsistir y darse sus lujos, y lo más importante, tiene a sus amigas de secundaria, de ésas que no se pueden separar por nada del mundo.
¿Qué pasa si su novio, el que creía la amaba pura y eternamente, le propone matrimonio? Pues fácil, ella va a aceptar, tendrán una gran fiesta y vivirán felices para siempre. ¿Podrá soportar una traición por parte de él? No lo sabe, pero está 99% segura de que eso no sucederá.
Laia Taner es una chica de veintitrés años a la que la vida deja de sonreírle cuando su mundo de fantasía rompe en pedazos.
Han pasado meses desde que rompió con su ex pareja y su mejor amiga en un intento de desesperación por verla feliz, le organiza una cita con el mejor amigo de su novio, Edgar Harrison.
Pero su pesadilla no había hecho más que empezar, cuando le agreden sexualmente tres hombres, y Edgar, deberá hacer todo lo que esté en sus manos para ayudarla a recuperarse y sin darse cuenta la realidad podrá pasarles facturas a sus corazones.
¿Valdrá el riesgo derretir el hielo?
La historia transcurre en una ciudad imaginaria, a la cual he decidido no bautizar con ningún nombre ni ninguna ciudad conocida en concreto. La idea es que la historia pueda ocurrir en cualquier parte donde el lector quiera adaptarla y disfrutarla en todo su esplendor.