Era un lunes promedio como cualquier otro lunes. Excepto que los lunes, ya no eran promedios o normales, no lo han sido desde aquella semana de agosto cuando Daniela Calle se fue y se sentía como si el mundo de María José se volcara y no supiera qué camino tomar. Si los lunes ya no eran normales ¿ahora que eran?; malos quizá aunque esa palabra se queda corta. Ella realmente no sabía cómo explicarlos.