Miro a través de la ventana con un gesto de molestia en su rostro, ahí estaba el causante de sus males durante los últimos cinco años, hablando nuevamente con aquel antisocial. Eduardo lo había arruinado todo, lo había arruinado en grande y lo había arruinado a él, odiaba aquella situación y se odiaba más por ser incapaz de hacer algo al respecto y todo por un estúpida confesión de un borracho español que ni siquiera recordaba.