Aquella tarde, Nicole corría por las calles de la ciudad. Estaban desiertas, pues el toque de queda ya se había dado. O eso pensó, antes de tropezar con un chico de cabello azabache. -Llámame Deimos. ... Todos tenemos miedos. Algunos son grandes, otros pequeños, la mayoría, egoístas. El miedo es lo que nos mantiene vivos, dicen por ahí. ¿Podrá también llevarnos a la muerte? Y tú, ¿a qué le temes?