Era un lugar oscuro y enorme no sabía dónde estaba. Una especie de fábrica abandonada. Salí de la gran habitación en la que me encontraba, la puerta de madera ocupaba la longitud de una pared de unos 10 metros de altura y unos 7 metros de anchura. Había dos personas fuera, un hombre musculoso de un metro noventa, con el pelo negro azabache que combinaban con sus ojos del mismo color y una cicatriz en su tonificado abdomen. Una mujer no tan alta de un metro setenta, aproximadamente, con el pelo liso de color castaño oscuro recogido en una cola alta y sus ojos negros. Vestida con una camisa blanca corta donde dejaba ver una cicatriz parecida a la del hombre, pero más pequeña, una falda por la rodilla de color negra y unas botas altas del mismo color que la falda.
Al salir de la habitación el hombre me vio y dijo:
- ¿qué hace usted por aquí, joven?
- Se me ha olvidado el bolso (realmente no sé porque dije eso)
-Aquí tiene, estaba colgado en el pomo de la gran puerta.
-Muchas gracias.
Salí por el enorme pasillo de oscuras paredes, mientras escuchaba como se despedía de la mujer que lo acompañaba, para dirigirse caminando en mi dirección.
- ¡Mierda! ¡Mierda! ¿Will dónde estás? ¡ayúdame! - repetía mientras aceleraba el paso.
Miré hacia atrás para ver si me alcanzaba. Y pude ver como los dos se desplomaban y retorcían de dolor en el suelo mientras decían:
- ¡Hay que acabar con ella!
Era como si luchasen contra su voluntad.
De pronto todo desvanece, me había despertado.
Estaba cansada de la misma pesadilla casi todas las noches desde hace dos meses, me atormentaba la imagen de esas dos personas, no las había visto en mi vida, ¿quiénes eran? ¿Por qué querían acabar con mi vida? ¿Qué lugar era ese? ¿Por qué estaba yo allí?
Si queréis saber más adentraos a este mundo lleno de misterio.
Fleur: Mi desesperada decisión ✔️[Darks #0] ¡Ya en librerías!
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[COMPLETADA] Una noche fue suficiente para cambiarlo todo, para destruirlo todo. Él acabó con mi familia, con todo lo que amo y por alguna razón me dejó con vida, ¿Por qué? Es tan doloroso vivir después de esa noche, tal vez él quería que viviera y sufriera, ese me parece un destino aun más cruel que la muerte.
Sobrevivir se ha vuelto mi pan de cada día, y no pasa ni un segundo en el que no intente recordar esa noche, recordar su rostro, identificarlo para que se haga justicia. Soy la única testigo, la única persona que ha sobrevivido de los ataques de ese asesino frío y no puedo ayudar porque no recuerdo nada. La impotencia de no poder darle la justicia que se merece mi familia y todas las otras familias que han sido víctimas me carcome por dentro y me duele cada día.
Pero no me voy a dar por vencida, lo voy a recordar, lo voy atrapar así pierda mi vida en el intento.