Nunca sabes hasta donde podrás llegar, hasta que llegas. No te quejes de las caídas que te enseñan a levantarte. Lo más importante es ser consciente de que cada sendero te llevara a tu mejor destino. Esta es una historia que te cuenta que el amor llega de distintas maneras, que nada por muy parecido que sea será igual. Y simplemente el que no se arriesga ni gana ni pierde.