Merina y Hazel, al fin saben cual es su estatus. Saben que son las armas que el clero necesita para ganar de una vez por todas la guerra contra los rebeldes. Sin embargo, ninguna de ellas piensa colaborar en eso. Ambas hermanas están ahora obligadas a encontrar a los demás descendientes de los fundadores del Ilunithe para poder derrocar el régimen en el que han vivido por mas de 700 años. Con su equipo dividido y los poderes que aun no son capaces de controlar, ambas hermanas tendrán que enfrentar la guerra haciendo uso de sus cerebros.