Los reptiles son aborrecibles a causa de su cuerpo frío, su color pálido, su esqueleto cartilaginoso, su piel inmunda, su aspecto feroz, su mirada calculadora, su fetidez, su voz áspera, la sordidez de los sitios en los que habitan, y su terrible veneno: he aquí la razón por la que su Creador no ejerció sus poderes para hacer muchos de ellos. LINNEO, 1797