Los gemelos Michael y León eran como dos gotas de agua, difícil de diferenciar si no se les conocía, los niños que atraían las miradas de forma tan natural.
"La familia perfecta con dos hijos exactamente igual de perfecto" se oía por la calle y los padres inflaban el pecho, aunque solo era apariencia.
León y Michael que debían haber sido criados exactamente iguales, con el mismo amor, la misma rudeza, uno fue apartado recibiendo las sobras de su hermano, la ropa vieja, los zapatos rotos, los útiles escolares que ya no necesitaba.
Mientas crecían, la diferencia entre los dos se hacía más notoria. El bien vestido, el educado, y encantador era Michael, en cambio, León era: el desaliñado, mal educado, delincuente, molesto.
Sus padres no mostraban el mínimo interés en él, aunque fuera el mejor de su escuela, el ganador de un campeonato internacional o si estaba enfermo.
Él aprendió a valerse por sí mismo de pequeño.
Gracias un accidente algo descomunal e/y desastroso, la vida de León cambiará por completo, el ferviente amor que sentía por cierto chico que conocía junto a los incontables problemas que traería consigo aquel nuevo mundo, ¿será algo con lo que él podrá lidiar... o será el final de todo?