SOLO MIA
  • Reads 1,028
  • Votes 112
  • Parts 36
  • Reads 1,028
  • Votes 112
  • Parts 36
Complete, First published Jul 16, 2018
Mature
Hay diferentes directrices de la vida en la que varios confundimos los sentimiento que sentimos hacia otra persona con amor, esa es la historia de Engelle un joven con demasiadas cualidades las cuales todo quieren poseer pero pocos podran obtener, ella no lo sabe pero tiene una atracción incrustada en su ADN lo cual solo hará que todo la codicien de diferentes maneras pero ninguna de la forma correcta ¿Qué pasaría si quien piensas que es el amor de tu vida es el equivocado pero es demasiado tarde para remediar tus decisiones? Pues esa es una de muchas preguntas que ella tendrá que responder y descubrir que el amor también puede transformarse en una obsesión.
#
#WattWrite categoría LGTB /supenso/juvenil
All Rights Reserved
Table of contents
Sign up to add SOLO MIA to your library and receive updates
or
Content Guidelines
You may also like
You may also like
Slide 1 of 10
Bajo tu Dominio  cover
Sangre y Poder. cover
𝐄𝐱𝐜𝐞𝐬𝐨𝐬 |Ivan Guzmán| cover
MIA // Freenbecky(G!P) cover
One-shots Peter Parker - Irondad cover
Possessive cover
EL IMPERIO DEL DRAGÓN [EDITAR] cover
Sí... "Capitán" cover
Peligrosa atracción  cover
La perdición de los Walker +18 cover

Bajo tu Dominio

80 parts Ongoing

No la buscaba a ella, ni siquiera me parecía importante su jodida existencia. Pero la vi. Y eso lo jodió todo. La primera vez que vi a Anastasia, no fue una elección. Fue una coincidencia. Una de esas que se clavan en la piel y te carcomen la cabeza. No era especial. No era alguien que mereciera mi atención. Y, sin embargo, en cuanto la miré, no pude dejar de hacerlo. Me obsesioné. Como un puto animal en busca de presa, la seguí con los ojos, con el pensamiento, con cada maldito resquicio de mi conciencia. No había razón lógica. No había un propósito más allá del deseo irracional de verla temblar. Anastasia no lo sabía, pero ya era mía. Y cuando finalmente la tuve frente a mí, cuando supe que no podría escapar, entendí algo: no era solo deseo. No era solo obsesión. Era el placer retorcido de poseer algo que nunca debí tocar.