-¿A donde vas? -inquiere él, y como estoy cansada de la pelea, simplemente contesto.
-Me voy de su casa Señor Martinelli, ya no tiene que soportar mi presencia en su hogar -en eso me toma del antebrazo como a una niña, este hombre quiere que realmente me convierta en "el demonio Cranston", como me entere me llamaba el personal de servicio antes de mi llegada, y eso no va a ser nada bonito.
-Te voy a pedir de muy buena manera que me sueltes en este instante o de verdad conocerás mi lado malo y ahí si tendrás motivos para hablar de mi-.
-No voy a soltarte, no puedes irte -respira Annette, mantén la calma .
-¡¿Como que no?! ¿Crees que voy a seguir en tu propiedad? Te equivocaste de persona si piensas que consentire más agravios... -no me deja terminar.
-No voy a permitir que salgas de esta casa -genial, adiós Annette buena, el de verdad piensa que soy alguien a quien puede retener.
-Más te vale que no intentes retenerme, solo conseguirás que salga escoltada de la policía y tu con una denuncia por privación ilegítima de libertad¹, no estoy jugando -traga grueso en un gesto nervioso y parece que lo medita, pero no me suelta.
-Prego no te vayas -no puedo ocultar mi gesto de sorpresa, parece que mis palabras si lo afectaron.
-¿Para que me quedaría? Para que estés detrás de mi buscando cualquier excusa para atacarme, no gracias, no voy a amargarnos a ambos seis meses -me ve directo a los ojos y dice lo último que pensé mientras me suelta el brazo.
-Mi displace Annette, me disculpo por mi comportamiento y prometo que no se repetirá. No te vayas -mi mandíbula esta en el piso en este momento.