Midnight.

Pasaron veinte años desde que la rebelión hacia el capitolio terminó, dejando detrás una hilera de sacrificios para dar un paso hacia el futuro lleno de bienestar a todos los habitantes de Panem. Todos los vencedores sobrevivientes viven en el distrito 12, al igual que algunos viejos amigos.
La vida de Katniss Everdeen y Peeta Mellark podría decirse que era tranquila y llena de alegría por sus hijos. La pequeña (no tan pequeña) Laney y el pequeño Thiago crecieron con mucho amor por parte de sus padres; Peeta se encargaba de sacarles una sonrisa todos los días, mientras Katniss se dedicaba a cantarles.
A pesar de la felicidad que reinaba en la casa de éstos cuatro, las pesadillas de Katniss aún se hacían presentes por la noche, temiendo que al final le arrebataran a su familia.
Laney quiere saber más de lo ocurrido hace años, pues aunque en la escuela le hablen sobre la rebelión y los Juegos del Hambre sabe que se omiten algunos detalles. Detalles que sólo sus padres saben pero se niegan a hablar.
Por ello sólo queda una pequeña esperanza; el broche del sinsajo de su madre.
Laney se adentrará demasiado a la historia del pasado, pero el hacerlo podría poner en peligro la vida de las personas que ama, nuevamente.