El amor comienza, o debería comenzar, en casa. Para mí eso significa Sam y Grace, papá y mamá, que me han amado por más de sesenta años. Sin ellos, yo estaría buscando amor, en lugar de escribir sobre eso. El hogar también significa Karolyn, con quien he estado casado por más de 40 años. Si todas las esposas amaran cómo ella lo hace, menos hombres mirarían sobre la valla. Shelley y Derek están ahora fuera del nido, explorando nuevos mundos, pero me siento seguro en el calor de su amor. Soy bendecido y agradecido.
Estoy en deuda con una gran cantidad de profesionales que han influido en mis conceptos de amor. Entre ellos se encuentran los psiquiatras Ross Campbell y Judson Swihart. Para asistencia editorial, estoy en deuda con Debbie Barr y Cathy Peterson. La experiencia técnica de Tricia Kube y Don Schmidt hizo posible cumplir los plazos de publicación. Por último, y más importante, quiero agradecer a cientos de parejas quienes en los últimos treinta años, han compartido el lado íntimo de sus vidas conmigo. Este libro es un homenaje a su honestidad.
¿Cuánto esta bien entregarle al otro? ¿Con cuanto alguien se siente satisfecho?
Dinero, fama, éxito..
O tal vez... ¿nuestra propia vida?
Fiorella se perdió por darle todo a Patrick,
Patrick perdio a Fiorrella por quererlo todo..