Donde crecen rosas, crecen espinas. Dónde crecen espinas, personas se cortan y sangre cae. Personas con sentido huirían y aprenderían la lección, en mi caso, me corté mil veces más. Las flores que en mi jardín crecen se marchitan, y las que crecieron sanas las maté. Y aunque ahora me arrepiento, no veo la manera de hacer que crezcan otra vez. Esta es una historia de fracasos amorosos, porque de todos ellos algo aprendí.All Rights Reserved