Todos cuando nacemos tenemos pequeñas alas, las cuales durante los primeros 7 años de nuestra vida, las personas que queremos (padres, hermanos, familiares o amigos) ayudan a que la estructura de estas se fortalezca. Nos ayudan al enseñarnos como se realizan las cosas, ayudarnos a cumplir nuestras pequeñas metas, o darnos en algo en que creer (el hada de los dientes, Santa Claus, los Reyes Magos, el ratón de los dientes o un Dios).
Una vez pasados esos 7 años, nosotros construimos una gran parte de las alas. Pero también tenemos una pequeña ayuda, de las personas que conocemos, debido a que ayudan a formar una parte de nuestra personalidad, a cambiar algunas ideas o nuestra forma de ver el mundo. O esas mismas personas pueden cortarlas y hacer que se desvanezcan.
Yo soy Adeline, y soy la última guardiana de las alas, y mi responsabilidad es evitar que se extingan las alas.
Es por eso que he creado un club. En el que junto a todos aquellos que les han cortado sus alas. Lo he creado para ayudarlos a rearmarlas.
Pero ahí no termina mi trabajo...