Yaynie, de 17 años de edad, pasaba por una gran depresión, causada por una gran variedad de sucesos que marcaron su vida desde pequeña. Un día, harta de todo y de todos, se sentó en la baranda de un noveno piso dispuesta a terminar con su vida, pero debido a un desconocido, no cumplió con su propósito. Bajó del lugar, pero sin embargo, no vio al chico que la había ayudado, no hubo ni un rastro de él. No se dió cuenta de que quien la había ayudado en ese y otros momentos, había sido Cedrik, un "Angel Caído".