La depresión se apodera de ti silenciosamente. Al principio tienes problemas con las cosas pequeñas, pero luego eliges ignóralas. Es como una jaqueca, te dices que es temporal que pasará. Es solo un mal día. Pero no lo es, esta atascada en este estado mental. Te acostumbras a usar una máscara social y vivir entre los demás por que es lo que tienes que hacer. Es lo que hacen los demás. Pero el problema no desaparece. Te esfuerzas por actuar todos los días y empieza a costarte más y más. Allí es cuando empiezas a caer en lo más profundó. Y es entonces cuando empiezas a alejarte de amigos y familia. Aveces ignorándolos por completo. Todas las satisfacciones desaparecen. Las pequeñas cosas que solían hacerte feliz ahora son insignificantes. Incluso las cosas simples se vuelven dolorosas. Por eso no tienes motivación. ¿Por que seguir haciendo cosas si nada te hace feliz? Todo esto te hace sentir incluso peor y te ves atrapado en un círculo vicioso. De pronto te das cuenta que estas viviendo en cámara lenta. Los días son indistinguibles, solo ruido blanco... Una pesadez que llena tu mente y se reparte por tu cuerpo. Sientes que nunca serás feliz.