Es fácil marcharse lejos para olvidar el dolor. ¿El único problema? El pasado no se puede borrar, y menos cuando unos recuerdos que creías perdidos insisten en perseguirte con más fuerza que nunca. Enfrascada en la lucha contra sus propios demonios, Valerie tendrá que hacer frente a una nueva realidad para la que no está preparada. ¿Cuáles son los límites del amor y el perdón?