Aveces el corazón pedía a gritos que el invierno llegue, esos días que el calor del verano tendia a ser tan insoportable que no había forma de sentirse bien. El otoño duró poco, el invierno llegó con altos fríos y ganas de quedarse, ahí empezamos a extrañar el verano. Ese mismo que por aveces tener temperaturas extremas nos hacía odiarlo. Ese mismo, lo echábamos de menos al sentir el terrible frío. Cada estación tiene su armonía y su desequilibrio, cuando llega un punto que el frío, el calor , la lluvia o el sol empiezan a tornarse abrumadores, cuando nada nos hace sacar ese frío u ese calor, ahí anhelamos cambiar de estación. Pero en las otras estaciones diferentes siempre extrañaremos la armonía de la anterior, porque es como las personas. Todos tenemos lados buenos, todos tenemos aspectos positivos pero si nos entregamos en exceso, no vamos a durar más de una estación. Con esta reflexión entendí hoy, que vos sos mi estación preferida. Y si, al leerlo vas a saber que es para vos. Aunque seas el invierno más frío o el verano más caluroso, siempre vas a sentarme bien.
Arthur Zaens, un multimillonario frío y desalmado que ha vivido en la oscuridad desde la desaparición de su esposa, dejándolo solo con sus dos hijas gemelas. Desesperado por encontrar una niñera que cumpla con sus estrictas expectativas, Arthur conoce a Lía, una ex escritora y editora recomendada por un amigo. Aunque su relación comienza de manera conflictiva, con discusiones y malentendidos desde su primer encuentro en un bar, Lía se convierte en la persona que poco a poco transformará la vida de Arthur y de sus hijas, desafiando su frialdad y cambiando su mundo para siempre.