13 Partes Continúa Cuando alguien menciona la palabra familia, normalmente se nos viene una imagen a la mente: un grupo de personas unidos por lazos sanguíneos; un padre, una madre y uno o más hijos. Se nos olvida que hoy en día las familias son muy variadas. No en todos los hogares existe un padre o una madre; algunos matrimonios no tienen hijos y, en otros casos, aunque son muchos los descendientes, no son capaces de considerarse familia a pesar de que la sangre los une. Muchos son los casos en que el ser humano ha llamado familia a uno o más seres cuya genética no está emparentada; pueden ser amigos, colegas, vecinos o incluso llegan a decir que su única familia son sus mascotas.
Familia no es solo tu sangre, familia no es solo tus parientes, y tus parientes no siempre se comportan como tu familia.
Para Anna Sofía, la palabra familia se reduce a solo dos personas: su padre y ella. Aunque tiene abuelos, tíos y primos ante la ley, dejó de considerarlos familia cuando entendió que el único que se preocupaba por ella era su padre. Robert siempre fue su ancla y apoyo; por él, de niña e incluso durante gran parte de su adolescencia, intentó encajar con sus familiares. Con el tiempo se dio cuenta de que eso nunca sucedería y dejó de darle importancia.
Josué Marín fue hijo de padres adolescentes que, a pesar de las dificultades, salieron adelante. Pero un triste suceso destruyó a su familia. Ahora solo cuenta con su madre y, por ella, siempre sonríe, aunque la mayoría del tiempo solo está fingiendo. No confía en los hombres que se acercan a su madre y es muy receloso en cuanto a eso.
Esta historia gira alrededor de dos familias, cada una conformada solo por dos personas, cada una con sus secretos y pasado. Aunque la sangre no los une, algo más fuerte lo hará. En esta historia encontrarán el amor fraternal, el amor filial, el amor propio y el amor romántico.
Porque el amor no es solo una emoción más, el amor no es solo para dos.