Una noche fue necesaria para cambiarlo todo. Una mirada bastó para encender la intriga del ojiazul. Damon Brown nunca se había interesado en conocer a alguien, ni mucho menos lo había hecho. Adara Thompson era todo lo contrario a él. La joven de cabellos castaños hacía lo posible por conocer a una persona, aunque eso se dificultara algunas veces, ella siempre encontraba la manera de hacerlo. A él le intrigaba la manera en la cual Adara actuaba. A ella le interesaba la cantidad de tinta que pintaba la piel de Damon. Ambos deberán luchar con los demonios que los acechan, ¿Podrá florecer una relación entre tantos problemas? No fanfic. Esta historia no es para nada un cliché del típico chico malo y la chica inocente, ó viceversa, lee antes de juzgar. Gracias❤️ SE PROHÍBE CUALQUIER TIPO DE ADAPTACIÓN, COPIA O TRADUCCIÓN POR EL MOMENTO. Capítulos relativamente cortos.