Era él

Quiero contarte mi primer historia de amor. Es incoherente, preferentemente inexplicable. Tú sabías de él, de hecho, lo conociste. Pasábamos los fin de semana juntos, ¿lo recuerdas? Sé que de alguna forma lo haces, porque yo lo recuerdo todos los días. ¿Puedes recordar cuando él pasaba las tardes conmigo después de clases? ¿O cuando alimentaba a mi gato por mí, porque a mi se me olvidaba? ¿Recuerdas cuando lo hiciste reír tan fuerte que el chicle que tenía en su boca se quedó en mi pelo y tuviste que cortármelo? Sé que lo recuerdas, yo lo hago, porque recuerdo la manera en la que lloré de rabia y risa esa vez.
Recuerdo todo.
Mi primer historia de amor te la dedico a ti, mamá. A ti, que aunque ya no puedo verte, que aunque ya no puedo sentirte, sé que tú puedes hacerlo. Todos mis sentimientos, pensamientos y demás, van a estar plasmados aquí, entre letras, para ti.
Y para él.