El reino de Petra es el lugar a dónde las almas perdidas van, para no regresar jamás. Louis sabía eso. Él era la mascota real del príncipe de Petra, después de todo. Su vida dentro del castillo era de sangre, sexo y la sensación de que jamás iba a ser verdaderamente libre. Todo eso antes de conocer a un esclavo extranjero cuyo nombre apenas podía pronunciar. Con cuentos de un reino más allá de su imaginación, historias trágicas y secretos de traición, él inundó a Louis de miedo, fascinación, y sobre todo... esperanza.