Tan temprano como caía la mañana Un olor amargo se hizo presente Le recordaba su época de juventud Desbordante júbilo y dicha Del tiempo en sus manos Dulces súplicas llegaban a su mente Un día más, una semana más, un mes más, ¿Cuánto sería el tiempo que disfrutase? ¿Cuantas serían las lágrimas que derramarían? Cuan felices se encontraban Con ese respiro corto que inhalaba su alma misma El día en que dijera adiós se aproximaría pronto, Sin contemplaciones, sin piedad Sirvió un poco del café Dueño de aquel aroma de mañana Que invitaba a dejarlo todo. Un último suspiro se apoderó de el Lentamente, tranquilamente y en silencio Sin temores dejó que le abrazase aquel gélido viento Tranquilamente susurró gracias.All Rights Reserved
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