Scorpius lo ve desde su casa, con las emociones quemando su pecho, los recuerdos atacando su memoria, y una verdad no dicha atorada en su garganta. No podía hacerlo, porque si él lo veía iba a asustarse, pues ahora era un monstruo. Y Albus parecía vivir bien ahora, sin él.Seluruh Hak Cipta Dilindungi Undang-Undang