A veces el corazón tiene un encanto repentino, un dolor que parece interminable, una confusión que lo abarca todo. A veces el corazón deja de latir, otras cambia su ritmo, a veces late más rápido. El corazón hace todo esto por una razón. Hasta un órgano del cuerpo sabe que no vasta con sólo existir y hacer la función esperada. Pero llega un punto en el que la mediocridad te alcanza, y tu corazón ya no reacciona ante las emociones, ese punto en el que te sientes vacía...